ahora, 27 de mayo, Plaça Catalunya, Barcelona. Violencia
Monos armados con palos atacaron la aldea creyendo que así cortarían el pensamiento.
La orden sería clara, “quitad a esos de ahí”. Tampoco hay que pensar mucho, ir y sin mediar palabra (qué fácil utilizar la porra, qué difícil el lenguaje), “darles en las costillas si se abrazan y pegarles la boca al suelo cuando griten”. (No es demagogia, mirad los vídeos) Esta és la seva democràcia. Luego nos preguntan que por qué seguimos luchando, que por qué llenamos sol y discurrimos las horas que hagan falta para cambiar un mundo que legitima la violencia policial. ¿Qué es esto? Esto es violencia legitimada que NO NOS REPRESENTA. Vergüenza.
Con el respeto, con nuestra voz y palabra, con nuestra ética, pues es lo que tenemos sobre toda esta panda de monos (perdónenme la comparación los simios), tenemos que aguantar, porque ningún acto de violencia frena la fuerza de un cambio. Ni diques al mar, ni palos al sabio, la boca ya está abierta y los silogismos en acción. Ellos nos apalearán, pero nosotros cambiaremos el mundo.
FUERZA para los compañeros de Barcelona. Llenaremos más Sol si cabe por vosotros. Gritaremos, gritaremos muy alto.
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